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UNA MUERTE INESPERADA

Hace unos cuantos años ya que falleció el hermano de uno de mis mejores amigos y su falta sigue siendo demasiado notable. Este chico no debería de haber muerto porque no era su momento todavía y era demasiado joven, tan joven que ni se le había pasado por la cabeza contratar un seguro decesos por si acaso. Eso nos hizo pensar al resto que ya no somos tan jóvenes como nos pensamos y que cualquiera de nosotros podría ser el siguiente y que pensásemos en contratar un seguro de decesos para que nuestra familia no tenga que pagar nada por nuestro entierro y todos los gastos que conlleva. Por fortuna, nadie de nuestra pandilla ha fallecido desde entonces y espero que siga así por mucho tiempo porque el recuerdo que tengo de ese fin de semana en el que falleció el hermano pequeño de mi amigo no es demasiado bueno ya que hacía demasiado calor y estuvimos en el tanatorio casi todo el fin de semana.

Por desgracia sí que he tenido que volver al tanatorio por culpa de la muerte de una de mis tías, la cual fue un duro golpe para toda mi familia, ya que esta tía mía era la que tiraba del carro de la familia desde que se habían muerto mis abuelos maternos. Pero esta muerte era algo que se podía llegar a esperar, ya que mi tía sufría un cáncer que ya no tenía remedio pero en cambio la muerte del hermano de mi amigo fue completamente inesperada y nos cogió a todos por sorpresa.

Muchos días que quedo con mi amigo, procuro no hablar de su hermano ni de nada que le puede recordar a él porque todavía sigue siendo demasiado fresca la herida y prefiero que conmigo se sienta a gusto y que el tiempo que pase conmigo pueda desconectar un rato de sus problemas, y he de decir que por norma general lo suelo conseguir y hasta él me reconoce que su mejor momento de la semana es el rato que viene a junto mía.

Publicado en Seguros de decesos