Existe un término denominado WAG (Wives And Girlfriend) importada del inglés (como casi todo hoy en día) que se aplica especialmente al ámbito del deporte, sobre todo el fútbol. La tendencia dice que estas WAGs son chicas jóvenes y guapas sin oficio ni beneficio que, básicamente, se dedican a vivir del dinero de sus novios mientras puedan y a sacarse fotos para su cuenta de Instagram.
Por eso, a María le ofendía tanto cada vez que la llamaban WAG. Salía con un famoso jugador del equipo de la ciudad, pero ella tenía su carrera de Medicina, ejercía en un hospital y, además, era una gran deportista, aunque por falta de tiempo, no podía profesionalizarse. Y sí, además es una chica muy guapa: tal vez por ello la confundan con otras WAGs…
Fue cuando estudiaba la carrera que empezó a aficionarse al triatlón. Buscaba una forma de relajarse entre tantos exámenes y una compañera le recomendó esta actividad. Pronto descubrió que se le daba bien y entrenaba siempre que podía. Pero ella no estaba del todo contenta con su físico para practicar este exigente deporte y tomó una decisión drástica: buscó una clínica especializada en reducción de pecho en Vigo.
Su novio fue el primero en apoyarla: sabe que es una mujer con las ideas muy claras y si había tomado esa decisión es que lo había reflexionado muy bien. Consultó a varios expertos para saber si la reducción de pecho sería positiva para su desempeño deportivo y todos respondieron afirmativamente. Tal era la importancia que había tomado el deporte en su vida, que si no lo hacía sabía que se iba a arrepentir.
En la clínica especializada reducción de pecho en Vigo ya habían tratado a otros casos similares y todo fue bien. Tras un periodo de recuperación, retomó su querido triatlón y poco a poco fue mejorando sus marcas. Pero además se sentía mucho mejor cuando se miraba al espejo. Mientras otras novias de futbolistas famosos pasan por el quirófano para aumentarse el pecho, María hizo lo contrario. Y ni siquiera tiene una cuenta en Instagram.