La suerte de un destino puede cambiar radicalmente si aparece en una lista de una popular publicación turística. A menudo, estas publicaciones se asocian a determinados organismos turísticos para promocionar un determinado lugar, por lo que no todas las listas son completamente honestas. Pero, al fin y al cabo, todos obtienen un beneficio y es lógico que las revistas o las webs busquen formas alternativas de ingresos.
No obstante, en otras ocasiones surgen listas en las que los periodistas no obtienen ningún beneficio directo de los destinos recomendados. Fue así como hace unos años la playa de Rodas en las Cíes obtuvo el galardón honorífico de mejor playa del mundo según el prestigioso periódico británico The Guardian. Y así fue como muchos británicos buscaron en la web descuento naviera mar de ons para conocer esa ‘playa caribeña’ en el norte de España.
Y es que el periodista responsable de aquella lista comparaba el azul turquesa del agua y la arena fina y blanca con algunos de esos arenales caribeños que tanto fascinan y que aparecen siempre como sinónimo de paraíso. Lo curioso de aquel caso, tal y como explicó a posteriori el periodista en una entrevista para un periódico gallego, es que él no señaló que Rodas fuese la mejor, sino que estaba entre las 10 mejores, pero el editor del reportaje situó Rodas en primer lugar porque su foto era la más llamativa.
Sea como fuere, aquel reportaje cambió la historia de esta playa. Pese a que ya era muy conocida en España, por aquellos tiempos no era tan popular para los viajeros extranjeros, especialmente para los británicos que siempre buscan playas sureñas en las que disfrutar de un tiempo que no los suele acompañar por las Islas Británicas. Y así comenzaron a buscar descuento naviera mar de ons para conocer ese trocito de paraíso para el que no tenían que estar ocho horas metidos en un avión.
Y cuando llegaron a la playa de Rodas pudieron comprobar que todo aquello que decía el periodista era cierto: un paraíso caribeño… hasta que metes un dedo en el agua: entonces recuerdas que esto es Galicia y no el Caribe. Pero un británico está más que acostumbrado al agua fría, ¿no?