La ciudad de Alicante ofrece al viajero numerosos atractivos culturales, gastronómicos y de entretenimiento. Recorrerla en coche es una decisión inteligente, pero las restricciones de circulación y la escasez de aparcamientos suponen un problema. Como en otros municipios, reservar parkings en Alicante centro con antelación es la recomendación general, y diversas apps y servicios online facilitan este proceso.
Según la época del año, la dificultad para encontrar una plaza libre será mayor o menor. Si el Parque de la Ereta figura en el itinerario turístico, los aparcamientos gratuitos de la calle Trafalgar son una opción a considerar. Dada su ocupación elevada, deberá contemplarse la posibilidad de utilizar los parkings de pago situados en sus inmediaciones.
A pocos minutos del litoral, el parking del Centro Comercial Plaza Mar II es una opción interesante si el horario comercial no supone un problema, ni tampoco su coste. Por su parte, el Benalua y Alipark disponen de cientos de plazas de aparcamiento abiertas al público, a escasa distancia de la calle de las Setas y otros enclaves. No obstante, si las distancias no asustan al viajero, la calle Doctor Sapena dispone de múltiples estacionamientos.
Pese a su alta seguridad, Alicante posee zonas y barrios que conviene evitar en coche o a pie. Es el caso de la Colonia Requena, sita entre los barrios de Villafranqueza y de Virgen del Remedio, con niveles elevados de delincuencia y ocupación.
Por idénticas razones, se desaconseja estacionar en el barrio de Mare Nostrum, que no es lugar para dejar un coche o ciclomotor sin vigilancia. Tampoco el barrio denominado Cuatrocientas Viviendas es el más indicado para los turistas. Alrededor de un tercio de sus habitantes subsiste gracias a los servicios sociales, y la precariedad de la vida aquí ha hecho aflorar delitos como el robo en las últimas décadas.