La Real Academia de la Lengua define el colágeno como una «proteína fibrosa del tejido conjuntivo, de los cartílagos y de los huesos» y desempeña un rol clave en la salud y la elasticidad de la piel. Como indica su nombre, los estimuladores de colágeno permiten maximizar la producción de esta proteína, siendo una solución recomendada por cualquier especialista tratamientos cara en Vigo.
Del mismo modo que la edad pasa factura al ácido hialurónico —una molécula presente naturalmente en la piel humana—, el colágeno disminuye su producción con el paso del tiempo. Cuando esto ocurre, la superficie cutánea pierde firmeza y juventud.
Los estimuladores de colágeno destacan por su biocompatibilidad, escasos riesgos y fácil introducción en el organismo a través de infiltraciones. El tratamiento, por lo común, se prolonga durante treinta o cuarenta minutos, sin requerir anestesia, si bien pueden emplearse cremas y ungüentos tópicos para ‘adormecer’ la piel y reducir las molestias de las microinyecciones.
Al reactivar el colágeno de la piel, los estimuladores persiguen incrementar en volumen de los tejidos dérmicos, suprimiendo las arrugas de forma similar a un lifting convencional.
Para lograr estos objetivos, la mayoría de tratamientos utiliza compuestos como el ácido poliláctico o la hidroxiapatita cálcica, principalmente. La primera se ha comercializado con el nombre de Sculptra y se define como una sustancia biocompatible que combate los efectos del envejecimiento de la piel, como la flacidez.
Por su parte, la hidroxiapatita de calcio es otro potente estimulador de colágeno, también de carácter biocompatible y, por tanto, natural. Es un compuesto de uso extendido en el sector de la dermatología estética. Como alternativa, los expertos en tratamientos faciales recurren a soluciones de relleno dérmico como el Ellansé, que destaca por ofrecer soluciones inmediatas y duraderas en el tiempo. Se elabora a partir de esferas de policaprolactona, inocuas para la salud humana y biodegradables mediante la hidrólisis.