Ya sabéis en qué consiste la obsolescencia programada, los aparatos electrónicos diseñados para que duren una determinada cantidad de tiempo, siempre que se haya cumplido la garantía, para que tengas que cambiarlo por uno nuevo. Por supuesto, no es una característica de todos los aparatos ni de todas las marcas, pero todos hemos tenido una experiencia relacionada con un aparato que, por arte de magia, deja de funcionar cuando pasa la garantía.
En algunos casos, las compañías ni siquiera fingen la obsolescencia programada, es el caso de algunos de los gigantes tecnológicos como Apple que dejan de actualizar el software de alguno de sus aparatos que siguen funcionando, pero de forma muy limitada pasados unos años, con lo que ya no son útiles pasando a formar parte de las toneladas de desechos electrónicos que se apilan aquí y allá. Y luego hablamos de sostenibilidad…
Por suerte, en otros casos, siempre existe la posibilidad de arreglar el aparato en cuestión, algo que hice con mi lavadora recientemente. Avisé a un tecnico de reparacion electrodomesticos en Vigo de confianza y le conté mi caso. Como sabemos, en el caso de los electrodomésticos, no siempre es rentable arreglarlo, más bien lo contrario. En muchas ocasiones te recomiendan que compres uno nuevo porque el arreglo va a costar casi tanto como comprar uno nuevo. Pero yo siempre me resisto a tirar las cosas: prefiere aprovechar el aparato hasta que no dé más de sí.
En el caso de la lavadora era una pieza de la apertura del tambor. Una tontería tal y como me confirmó el técnico reparación electrodomésticos en Vigo. Pero, por cosas así, como también me dijo, muchos usuarios prefieren deshacerse de la lavadora y comprar otra creyendo que les va a salir más rentable ya que entienden que puede volver a fallar y al no estar en garantía será otro gasto extra más.
Pero ya digo, yo me resisto a la obsolescencia programada y si puede generar menos desperdicios aprovechando como debe ser todos mis electrodomésticos, incluso a riesgo de gastar un poco más, eso es lo que haré.