La leche de castañas se está convirtiendo en la bebida de moda en Internet. Muchos blogs hablan sobre este producto y es que las castañas estaban hasta ahora muy poco valoradas para los valores tan buenos que tienen.
Las castañas son el fruto seco con más hidratos de carbono, esto es, con más energía. Pero, a la vez, los que tienen menos calorías ya que no llegan a las 200 por cada 100 gramos mientras que las almendras superan incluso las 600. Esto es así porque tienen una gran cantidad de agua. Además, las castañas no tienen mucha grasa y la que tienen es de la considerada grasa saludable, por lo que son muy recomendables y pueden llegar a formar parte de dietas de adelgazamiento en pequeñas cantidades.
Sus 40 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto dan fe de que son muy aptas para dietas de deportistas que necesitan aporte de proteínas y de hidratos de carbono, pero no de grasa. Además, aportan 500 mg de Potasio y algo fundamental para los deportistas, 36 mg de Magnesio.
Tomadas en forma de leche pueden ser perfectas para dietas de niños que no comen bien y que necesitan un refuerzo en su dieta, ya que también son ricas en otras vitaminas, como la Vitamina C. Pero, además, en leche resultan deliciosas y los niños no van a rechazar esta bebida fácilmente.
Otras de las propiedades de las castañas es que ayudan a aumentar la producción de leche en mujeres lactantes y que tienen un buen contenido en fibra, por lo que ayudan a combatir el estreñimiento. Pero, además, controlan las diarreas siendo por esto grandes aliadas de las personas con colon irritable.
Hasta hace poco, la leche de castañas solo se podía tomar si la hacía uno mismo en casa, lo que supone un trabajo y una molestia que no todo el mundo está dispuesto a asumir. Pero ahora se puede comprar en el supermercado junto al resto de bebidas vegetales, como la leche de soja, la de almendras, la de arroz o la de avena.
Esta gran variedad de bebidas vegetales es perfecta para quienes llevan a cabo dietas veganas y para las personas con intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche, que cuentan ahora con muchas alternativas muy saludables a la leche.