Cuando pensamos en un seguro dental niños gratis todos imaginamos lo que podríamos ahorrar si el niño tiene que ponerse un corrector dental. Hace décadas, solo se colocaban correctores dentales en casos muy concretos, pero hoy es algo muy habitual y muchos niños acaban con su ortodoncista para arreglar cualquier tipo de problema.
Lejos de lo que podemos creer, estos problemas no son solo estéticos. Tener una mala mordida, los dientes torcidos o unos colmillos fuera de su lugar puede afectar a que la sonrisa no sea tan bonita, pero también puede acabar afectando a la forma en la que se mastica o a la fuerza que se hace en la articulación de la mandíbula. Además, que los dientes parezcan no tener espacio para colocarse puede ser síntoma de un problema en el paladar que haya que arreglar con el uso de correctores.
Una visita al dentista también puede descubrir un problema de bruxismo. Esto sucede cuando los niños (también se da en adultos), aprietan los dientes al dormir, pudiendo incluso hacer ruido al rozarlos. Esto puede hacer que se deterioren las piezas dentales, pero también afecta a la mandíbula. Por eso, se recomienda una férula a la medida para dormir con ella y descargar la tensión de la mordida. En algunos casos, se puede recomendar investigar el por qué de esta tensión, ya que igual hay un estrés acumulado del cuál no somos conscientes y el niño no es capaz de transmitirnos, o se sufren de terrores nocturnos.
Del mismo modo, una pieza dental rota no es solo fea a la vista, es un problema porque el niño tendrá molestias para comer y se acostumbrará a masticar mal o a morder de una forma poco natural las cosas. Por eso, incluso si son piezas de leche hay que repararlas para evitar consecuencias más adelante.
Acostumbrar al niño a las visitas periódicas al dentista, no solo cuando le duele un diente o tiene un problema, sino para que le revise y le ofrezca consejos de higiene, hará que este no asocie las visitas a la clínica con malas experiencias, sino como algo normal que le ayuda a mantener su boca en buen estado y a que se desarrolle como tiene que ser, sin que tenga que sufrir de adulto consecuencias de más difícil corrección. Y su salud, en general, lo va a agradecer.