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El laboratorio alemán

Hace poco estuve tomando un café con una amiga que no veía desde hacía bastante tiempo. Cada una habíamos tomado caminos separados: ella estuvo varios años en varios proyectos de investigación sobre el cáncer fuera de España y yo me quedé trabajando en la ciudad. Por lo que habíamos oído de Carmen todo lo iba a las mil maravillas: el solo hecho de conseguir una beca fuera de España ya parece un triunfo, pero ella no lo veía así.

Estuvo un par de años en Alemania y la experiencia no fue todo lo buena que suele vender: “es un mito eso de que en Alemania se vive mejor”. Estuvo en un laboratorio con mucha gente joven dirigido por un par de profesores de universidad. Estudiaban cancer higado sintomas iniciales. Cuando consiguió la beca, le pareció una oportunidad ideal, pero luego no fue lo que esperaba.

Dijo que el proyecto tenía aspectos bastante extraños y que más que investigar lo que intentaban hacer era justificar las subvenciones que recibían. Ella y un compañero trataron de averiguar el trasfondo económico del proyecto y se encontraron con el mutismo de los directores del proyecto. Tenían la sensación de que los becarios estaban cobrando una minucia (sí, también pasa en Alemania) en comparación con lo que se llevaban los directores.

Pero el problema no era ese, según Carmen. Es normal que un director cobre más que un becario, pero lo que no es normal es que sugieran (o exijan) a los investigadores que retrasen las conclusiones de un estudio tan importante sobre cáncer hígado síntomas iniciales para poder seguir beneficiándose de subvenciones.

Al parecer, si presentaban las conclusiones demasiado pronto y estas no eran las que se habían previsto en un principio, el proyecto podría quedar sin financiación: así que alargaban sin sentido las pruebas para poder llegar hasta el siguiente periodo de subvenciones.

Finalmente, se salió del proyecto y buscó otra cosa. Le llegó una oferta en Francia y la aceptó, pero esta vez se ha asegurado que el proyecto funciona de forma transparente. Eso sí, de volver a España, ni hablar.

Publicado en Centro oncológico