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EL BICHERÍO DE LAS ALDEAS

No hace muchos días mi madre me mandó a que le comprase unos plomos para cortinas, ya que se había comprado unas cortinas nuevas para su habitación y le faltaban los pomos para que no vuelen demasiado cuando la ventana esté abierta, que suele ser lo más habitual en la habitación de mi madre. A mi personalmente eso de tener siempre las ventanas abiertas no me gusta nada, y es porque no me gusta que en mi casa haya insectos. Y por las ventanas entran insectos siempre. En mi habitación eso no pasa, pues le he colocado una mosquitera de madera y metal que me habían traído hace unos veinte años desde los Estados Unidos. Porque al parecer en los Estados Unidos el uso de las mosquiteras está muy extendido, y en casi todas las casas disponen de ellas, al menos en las puertas.

No entiendo porqué en las aldeas de aquí no usan las mosquiteras en las puertas, ya que en las aldeas que conozco están llenas de moscas y mosquitos. Lo más cercano que he llegado a ver en las aldeas son las clásicas cadenas que ponen en las puertas de los bares de las aldeas. Pero con esas hay que tener cuidado si llevas gafas porque si no te das cuenta te las pueden tirar al suelo muy fácilmente o rayar, que es algo que a los que usamos gafas no nos gusta nada de nada. Hace ya por lo menos más de un año que no voy a ninguna aldea, ni a la mía ni a la de ninguno de mis amigos. Eso es lo bueno que tiene Galicia, que todos tenemos por lo menos una aldea a la que poder ir. Y me gusta ver cómo son las aldeas de mis amigos, aunque la verdad es que no son muy diferentes unas de otras pero todas tienen su encanto único y la tranquilidad que se respira en las aldeas no lo podemos encontrar en las ciudades en las que habitualmente vivimos. El único inconveniente es que por norma general en todas las aldeas hay un montón de moscas pero eso es lo que tiene estar en la naturaleza.

Publicado en Pasamanería