Cuando nos invitan a una boda, lo primero que hacemos es felicitar a los novios, pero al segundo siguiente, estamos pensando en cuánto nos va a costar la broma. Y es que ser invitados en una boda no es nada barato. Y mucho menos si es una boda cercana a la que vamos a ir toda la familia.
Para empezar, hay que comprar vestidos de ceremonia para niñas y niños. Estos son caros y no suelen volver a utilizarse. Si no se tienen más eventos ese año, seguramente queden en un cajón. Pero se puede recuperar parte de la inversión vendiéndolos en alguna plataforma de segunda mano, ya que suelen tener mucha salida. Cuanto antes se pongan a la venta, mejor, ya que se podrán aprovechar esa misma temporada.
La ropa de los adultos tampoco es broma. Normalmente, los hombres suelen reutilizar fácilmente sus trajes, pero en el caso de las mujeres es más complicado. La moda es mucho más cambiante y, además, no está bien visto repetir vestido si se ha usado en una boda a la que van los mismos invitados. Una buena manera de ahorrar es arreglando un vestido de otro evento para transformarlo en algo distinto. Si tienes maña con la máquina de coser, en Internet puedes encontrar mucha inspiración. Y si no tienes maña, en Internet también puedes encontrar buenas modistas para que lo hagan por ti, por mucho menos de lo que te costaría un vestido nuevo.
Queda uno de los temas más polémicos de todos, el del regalo a los novios. Salvo excepciones, hoy es muy habitual regalar dinero y este tiene que cubrir el coste del cubierto y dejar un margen para que los novios tengan ganancia. Aquí vamos a encontrar muchas variaciones según el lugar del país en el que se celebre la boda. En el norte es habitual que las bodas sean de muchos platos. En lugares como Galicia pueden ponerse tres o más platos de marisco antes de pasar a los pescados y las carnes. Pero en otros lugares, las comidas suelen ser más ligeras y más económicas. Todo esto se tiene en cuenta a la hora de hacer el regalo, donde también entra en la ecuación el grado de amistad o la cercanía familiar con los novios.
Otros gastos a mayores pueden ser la organización de una despedida de soltero o soltera, si se trata de alguien muy cercano.