La salud mental está en boca de todos y es una gran noticia. Nos hemos pasado la vida cuidando al aspecto físico, pero ya sabemos que somos un compendio entre la parte física y la psicológica, y la salud de una también determina la otra. El problema es que los problemas de salud mental suelen ser más difícil de diagnosticar. Pero para lograrlo hay que dar con el profesional adecuado: ¿y cómo buscar un buen psicólogo?
Hoy en día, teniendo internet, todo parece muy sencillo: buscamos en la red mejor psicólogo Pontevedra y tomamos nota. Pero a estas alturas ya deberíamos saber que internet necesita muchos filtros, y esos filtros no solo lo ponen los motores de búsqueda, sino, sobre todo, nuestro sentido común. La cuestión es que en la salud física existen muchas especialidades: si nos duele una rodilla vamos al traumatólogo, si tenemos un problema de circulación, al cardiólogo, si nos duele el oído al otorrino, etc. Pero, ¿qué pasa cuando tenemos o creemos tener un problema de salud mental? ¿Sirven todos los psicólogos?
La respuesta, por supuesto, es “no”. Cada psicólogo suele especializarse en un ámbito diferente, además de que hay que diferenciar esta profesión de la psiquiatría. El psiquiatra es un médico que se ha especializado en el tratamiento de enfermedades mentales, además de que puede recetar fármacos. El psicólogo, por su parte, no es médico, sino que ha estudiado una carrera propia que es Psicología. Todo ello es algo que debemos tener en cuenta a la hora de buscar el mejor psicólogo Pontevedra.
Así que, si ya hemos hecho una primera criba en internet, lo adecuado es valorar qué tipo de problema tenemos y relacionado con qué: ¿es de pareja?, ¿es laboral?, ¿es familiar? ¿Nos sentimos deprimidos? ¿O tenemos una sensación negativa pero no sabemos describirla? Lo recomendable es acudir en primera instancia al médico de cabecera para que nos aconseje si no sabemos a qué tipo de psicólogo acudir. Porque existen especialidades que se pueden adaptar mejor a nuestros problemas: no irías al otorrino si te doliera la rodilla, ¿no? Pues lo mismo.