Cuando era joven me encantaba ponerme un traje, ya fuese un traje normal o bien el smoking que había heredado de uno de mis tíos. pero siempre usaba unos gemelos que me había hecho mi madre pero que no duraron demasiado y por eso me compró unos Gemelos antora para hombre Vigo, para que tuviera unos gemelos buenos que me durasen muchos años no como aquellos que se acabaron deshaciendo, pero que todavía conservo. Soy de esas personas a las que les cuesta tirar las cosas, sobre todo las cosas que me ha hecho mi madre con todo su amor. El problema es que cada vez tengo menos oportunidades para ponerme el traje. Las bodas de mi pandilla ya han sido casi todas y esas son mayormente las oportunidades que tengo de ponerme un traje ya que en las fiestas de fin de año ya no llevamos los trajes. Eso se lo dejamos los jóvenes que les hace ilusión ir de etiqueta, y nos parece normal que a los chavales les guste ir guapos aunque sea solamente por una noche, aunque con las modas raras que hay hoy en día cada vez los trajes son más extraños, solamente hay que ver las galas del balón de oro para darse cuenta de ello. No sé cómo serán las fiestas de fin de año de hoy en día ya que hace unos quince años que las únicas fiestas de fin de año a las que he asistido son las que organizamos nuestra pandilla en el bar al que vamos siempre y no es que sea cerca de la zonas de salir en mi ciudad. A mi me gustaba ponerme el traje hasta que llegó un momento en el que yo era el único que se ponía el traje, así que decidí no guardarlo para las ocasiones verdaderamente especiales. Y además he engordado un poco desde que empezó todo eso del confinamiento y no se yo si hoy en día entraría dentro de mi traje.
Sea como sea siempre me gustó vestirme de traje aunque al resto no les haga demasiada gracia.