La liposucción sin anestesia es también para los hombres y también pueden ayudarles con sus complejos y con sus problemas de grasa localizada. Una de las intervenciones más solicitadas en los últimos tiempos, no solo por hombres sino también por mujeres, es la liposucción de la zona abdominal para lograr que se marquen más las abdominales.
Los músculos abdominales se pueden desarrollar con el ejercicio, pero es necesario eliminar la grasa de la zona para que se marque la ya famosa tableta de chocolate. Y esto es complicado cuando a pesar de la dieta, los complementos alimenticios específicos y los entrenamientos, esa grasa parece no querer desaparecer totalmente.
Tener un cuerpo bonito y bien tonificado pero unos pliegues en la tripa que no permiten presumir como gustaría tras tanto trabajo, puede ser muy frustrante pero no tiene que ser necesariamente un motivo de resignación.
Las liposucciones han bajado mucho de precio en los últimos tiempos. Ya no son algo que solo se hacen los famosos y las estrellas de cine, sino que todo el mundo puede pagarla, sobre todo porque hay estupendas financiaciones para ello y con una pequeña cuota al mes se consigue el sueño.
Pero también han bajado los riesgos porque ahora se hacen, en muchas ocasiones, con una anestesia local que hace que el riesgo sea mucho menor. Lo habitual es acompañar esa anestesia local con una sedación para que el paciente duerma plácidamente toda la intervención y, al despertar, todo esté hecho. En unas horas se irá para casa donde podrá recuperarse de manera muy relajada.
Se irá con unas instrucciones muy claras sobre cómo tiene que actuar para que la operación ofrezca los mejores resultados y también con las fechas para sus revisiones. En unos días podrá incorporarse a su actividad laboral aunque puede tardar algo más en poder acudir al gimnasio a entrenar. Poco a poco, la piel se irá reafirmando y se ira pegando nuevamente al cuerpo para quedar un vientre plano y firme.
Y, en cuestión de semanas, las abdominales podrán comenzar a notarse, sobre todo una vez que se acuda al gimnasio nuevamente y se trabaje la zona, consiguiendo así esa imagen que siempre habías querido tener. No te cansarás de mirarte en el espejo y tampoco se cansarán de mirarte los demás, con admiración y con envidia a partes iguales.